Cuando hablamos de Inteligencia Artificial, siempre hay quien dice: “Existen limitaciones para las máquinas” y sí, en su momento hubo muchísimas, pero ahora vemos avances en la tecnología que han hecho que varias actividades exclusivas del ser humano formen parte de la programación básica de una máquina. Pensando en esto, me pregunté: “¿Cuál será el futuro de las agencias o empresas del sector creativo?, ¿Acaso en algún momento nos reemplazarán las máquinas?” Y bueno, en los últimos años ya lo han hecho en varios sectores. Hace poco escuché una charla de Nacho Zuccarino (Head of Creative de Google LATAM) donde nos contaba su perspectiva del futuro de las agencias de publicidad. Nacho mencionaba que Google está desarrollando actualmente algoritmos que permitan crear contenido real time para empresas sin necesidad de intervención humana, solo data. Estos algoritmos prácticamente harán el trabajo que muchos profesionales hacen ahora en muchas empresas del sector creativo. Ayer mientras me bañaba llegué a una conclusión. La necesidad por soluciones creativas ha existido desde que le ganamos la carrera evolutiva al Neanderthal y seguirá existiendo mucho después de que yo muera. Siempre se necesitará de alguien como nosotros para poder sobrevivir. Si bien en un futuro un robot podrá hacer un comercial basado en data, no creo que este piense en algo increíble mientras se baña o mientras hace popó. Ahí radica la magia de nuestro trabajo; esos pequeños hallazgos que hacen que lo que vendemos deje en ridículo a cualquier cúmulo de cables y circuitos. No importa cuánta data tengas, la estocada final siempre serán las entrañas. Al fin y al cabo, el seguir algoritmos al pie de la letra hará que hagamos las cosas exactamente iguales a lo que hace nuestra competencia. Si no estás de acuerdo te invito a pasar al Facebook de Fernando Vega Olmos, él te podrá iluminar mejor. Sigamos luchando y apostando por las ideas; peleemos por ellas al pensarlas, al presentarlas y al defenderlas. Sigamos utilizando los datos y algoritmos a nuestro favor, bendición de este siglo que hace la vida un poco más fácil. Pero siempre hagamos caso a ese presentimiento en las entrañas que te dice “es por acá”. Sigamos pensando que siempre podemos mejorar nuestro trabajo. Sigamos haciendo todo como si fuera la última cosa que haremos sobre el planeta. Sigamos sin rendirnos. Sigamos solucionando hasta en el baño. Sigamos disfrutando lo que hacemos.