En el mejor de los casos, los diseñadores logran que el usuario se sienta tan cómodo con su producto al punto en el que puede pasar desapercibido. En el peor, hacen que los usuarios se encuentren tan confundidos como para premiar a la película equivocada como la mejor del año, coronar erróneamente a Miss Universo o incluso hacer que el 23% de los votos emitidos en una elección presidencial en EE.UU. no sean tomados en cuenta. Éstos tres ejemplos, han sido errores de los lectores de dichas tarjetas o boletas, claro, pero que pudieron haberse evitado con un mejor diseño. En mi opinión, es una mezcla entre el nerviosismo de presentar frente a millones de personas en dos de los eventos más televisados año con año, y la falta de empatía con el usuario.
Ux (User Experience) design, es un conjunto de métodos que pueden aplicarse a prácticamente todas las actividades que implican alguna interacción con el ser humano. Los diseñadores que comprenden y aplican éste enfoque, pueden aportar a sus clientes una ventaja competitiva (o una premiación correcta).
_ Quitar información extra _ Simplificar decisiones _ Reacomodar elementos _ Probar el producto antes y solucionar los problemas que presente
Un error sin precedentes, los protagonistas de Bonnie y Clyde le entregaron la estatuilla a la película incorrecta después de haber recibido un sobre que contenía la información del premio a Mejor Actriz en lugar de “Mejor Película”. Error de producción.
La tarjeta pudo haber estado mejor diseñada. Error de diseño. Unos cuantos cambios de peso de tipografía y optimización general y listo, aunque a Dunaway y Beatty les hubiesen entregado el sobre incorrecto, se hubieran dado cuenta desde un inicio. Benjamin Bannister, un diseñador estadounidense, se tomó el tiempo de recrear la tarjeta de la discordia basándose en la tarjeta correcta, que fue mostrada después por el director de La La Land. Para empezar, ¿realmente es necesario que el elemento con más peso en la tarjeta sea “The Oscars”? Todos los presentadores son conscientes de la ceremonia a la que están asistiendo. Segundo, el nombre de la actriz y la película por la cual fue nominada tienen el mismo peso y tamaño, no hay nada que los distinga uno de otro. Tercero, la categoría (lo más importante) queda hasta abajo, en el tamaño más pequeño, apenas es legible. Bannister diseñó la versión mejorada de la tarjeta, en donde la categoría sería lo primero que los presentadores leerían, seguido por el nombre de la persona nominada, que se diferencia por tamaño del renglón de abajo, la película por la cual está siendo nominada. Son cambios pequeños pero sumamente importantes para una correcta lectura.
Steve Harvey fue víctima del desafortunado diseño de la tarjeta en donde se leían las ganadoras del primer, segundo y tercer lugar en Miss Universo 2015. Prácticamente estaba hecho para fallar.
Honestamente, el diseño de ésta tarjeta, al igual que la de los Oscar es bastante blanda, no es que tenga que ser propositiva, pero para ser eventos de esa magnitud, una pensaría que invierten un poco más en el diseño de las tarjetas.
Podemos ver que leyó “Colombia” gracias a que está colocado como “1er lugar” (a pesar de que era el 2do), y en 2do lugar está EUA (aunque es el 3er lugar). Miss Universo se encuentra incómodamente alineado en la mitad derecha de la tarjeta, abajo de este gran título, lo único que realmente importa: el país ganador de la entrega; Filipinas.
Hay dos vacíos en la tarjeta, no alternan tipografías, todo parece estar arrojado o hecho al azar. A raíz de esta situación, muchos diseñadores crearon su propia versión mejorada de la tarjeta. Adjunto la mía a continuación.
Las mejoras son simples pero efectivas. Posicionamiento; mover el elemento más importante hasta arriba, para que sea de las primeras palabras por leer. Jerarquía: darle mayor peso a “Filipinas”, el país más importante en esta tarjeta. Tipografía: para enfatizar aún más el mensaje que queremos dar, alternamos sans con serif. Color: en un caso extremo, pudimos haber cambiado el color de la palabra “Philippines” a verde y los otros dos países dejarlos en rojo, pero para mantener un estilo clásico o elegante, simplemente dejamos todo lo que no sea el país ganador en gris mientras “Philippines” es lo único en negro.
El diseño de las boletas era ambiguo, por lo que muchas personas que tenían la intención de votar por Al Gore, terminaron votando por Pat Buchanan. Este desastre terminó en un recuento de votos de 36 días en total, Bush ganando Florida y por lo tanto, la presidencia. La diseñadora Marcia Lausen, directora de la escuela de Diseño en la Universidad de Illinois en Chicago, escribió un libro entero (Design for Democracy: Ballot and Election Design) acerca de cómo la democracia puede mejorar a través del diseño. En un ejemplo distinto, Lausen propuso eliminar las opciones de Yes/No que se intercalan, elige una tipografía mucho más legible, sombrea los “NO” para diferenciarlos de los “SI” y les da un borde para conectarlos con lo agujeros indicados además elimina el texto redundante. Crea una experiencia más amigable para quien emite el voto
En resumen, los diseñadores podemos y debemos hacer más por los usuarios. (…) Cuestionar el status quo y poner de manifiesto los diseños poco inteligentes, frustrantes y en general desgastantes. Crear productos que den una experiencia positiva, aumentar la confianza del usuario y disminuir su confusión y frustración en el momento en el que use (o lea) nuestro producto. Hace falta ser más empáticos con el usuario.